El nuevo proyecto Rehaserv de rehabilitación energética de edificios está orientado a la obtención de resultados tangibles para el propietario centrados en el ahorro de energía y la confortabilidad.
REHASERV es un servicio de rehabilitación energética llave en mano servitizado que tiene como objetivo simplificar el proceso de rehabilitación integral de los edificios para las comunidades de propietarios, con el compromiso adquirido con el cliente de que el resultado va a ser el esperado.
El proyecto en sí incluye el servicio completo, que va desde la redacción del proyecto hasta la ejecución de la obra, incluyendo un servicio de mantenimiento servitizado, además de la gestión de trámites y ayudas de financiación. Otra de sus características es que los honorarios del servicio van a estar vinculados a que se cumplan determinados hitos fijados al inicio del proyecto. Esta nueva fórmula de llevar a cabo una obra de rehabilitación busca diferenciarse de las prácticas en las que, cuando existe un problema, las responsabilidades se acaban diluyendo y es el cliente quien acaba perjudicado.
La iniciativa, que ha llegado de la mano de i-INGENIA, firma especialista en urbanismo, accesibilidad universal y arquitectura, y FHIMASA empresa referente en el desarrollo de actuaciones y mantenimiento de obras públicas, ha supuesto la creación de un equipo especialista y un consorcio de empresas para impulsar el proyecto.
“La confianza de los clientes es la clave tanto para i-INGENIA como para FHIMASA, y sabemos que esto no se consigue de la noche a la mañana. La orientación clara hacia el cliente va impreso en el ADN de ambas empresas, y no nos interesa conseguir un trabajo a cualquier precio, buscamos que nuestros clientes estén satisfechos y recomienden nuestros servicios a otros potenciales clientes. Es por eso que, para nosotros, es vital hacer las cosas bien. Al ser un proyecto y actuaciones nuevas, esa confianza todavía no existe, y buscamos que nuestro servicio de Servitización demuestre nuestro compromiso. Nuestros honorarios estarán condicionados al cumplimiento de los objetivos fijados.”, resalta Blas Beristain, director de Arquitectura, Eficiencia Energética y Sostenibilidad en i-INGENIA Ingeniería y Arquitectura, S.A.
Las metas marcadas por el nuevo proyecto Rehaserv tienen puesta la mirada en los objetivos europeos, de acuerdo a los cuales los edificios han de reducir su consumo energético y emisiones asociadas para conseguir ciudades neutrales de carbono en el año 2050.
El reto para conseguirlo está en el ahorro energético, fundamentalmente, y en perseguir mejores condiciones de confort higrotérmico. “Consumimos energía en busca del confort, cuando tenemos frío encendemos la calefacción. Se trata de que, gracias a la rehabilitación, el propio sistema constructivo permita mejorar el confort, y por lo tanto, requiramos menor cantidad de energía en el hogar. Pero no debemos engañarnos, teniendo en cuenta los gastos fijos de las facturas energéticas y el porcentaje de agua caliente, los ahorros económicos derivados de actuaciones en la envolvente van a ser limitados. Sin embargo, el aspecto diferencial va a estar en la mejora de confort y de las condiciones de salubridad de los edificios”, resalta Beristain.
Añade que, partiendo de que la amortización no va a ser la llave de la rehabilitación, las ayudas europeas van a ser la clave para impulsar esta primera ola de rehabilitaciones. “Creemos que esto generará, a la larga, una consciencia de aumento de valor de una vivienda confortable y eficiente, al igual que lo hizo en su día, y lo sigue haciendo, el ascensor”.
Pero sin duda, uno de los aspectos diferenciales de este proyecto es el planteamiento de una metodología novedosa en el sector, basada en simulaciones energéticas multiparamétricas y análisis, y gestión de datos. Esta metodología recurre a modelos que buscan replicar el comportamiento de las viviendas, y que se calibran mediante la monitorización de condiciones reales. Una vez calibrado, se analizan de manera matricial miles de posibles combinaciones de soluciones constructivas para ofrecer aquellas que, manteniendo el confort, disponen del mejor ratio coste-beneficio. En líneas generales, se trata de identificar el sistema constructivo que, a lo largo del ciclo de vida del edificio, ofrece el mayor grado de confort (y menor consumo), con el menor coste asociado.
“Hoy en día se leen muchas noticias de rehabilitaciones basadas en estándares del norte de Europa que, en muchos casos, se hacen llamar pasivas sin haber contemplado la climatología local. Si no se hace una buena transposición del objeto final de estas certificaciones, reducir la demanda energética y consumo de los edificios, se está viendo cómo se está generando una demanda de refrigeración en los edificios que hasta ahora no existía. Las actuaciones que tan sólo contemplan aislar extremamente la vivienda y colocar un sistema de ventilación con recuperador de calor, además de resultar costosas, pueden no ser la mejor opción para nuestros edificios. La ventilación natural y las protecciones solares son dos estrategias pasivas clave en nuestro territorio”, destaca el director de Arquitectura, Eficiencia Energética y Sostenibilidad en i-INGENIA Ingeniería y Arquitectura, S.A.
Esta metodología garantiza que la actuación que se ofrece a los clientes, además de estar orientada con las políticas europeas, aspecto necesario para la obtención de subvenciones, sea la más apropiada para cada edificio.“Queremos poder realizar la mejor actuación posible conforme al presupuesto disponible y para cada caso concreto. Como ejemplo decir que podemos valorar y cuantificar de manera objetiva, si es mejor aislar las fachadas con 20 cm y mantener las ventanas actuales, o merece la pena invertir en una ventana mejor y aislar con 10 cm las fachadas.”
De cara al 2030, dentro de la denominada Renovation Wave, 35 millones de edificios deberán ser renovados. En el Estado español, la tasa de rehabilitación deberá multiplicarse por 25, tasa que deberá ser mantenida para alcanzar la neutralidad de carbono en el año 2050.
PROYECTO PILOTO EN EL BARRIO DE SAN IGNACIO, DE BILBAO
El proyecto Rehaserv busca realizar su primer caso piloto en el barrio de San Ignacio, de Bilbao, con el objetivo de aplicarlo en cuanto las líneas de financiación de los fondos europeos se activen.En dicho proyecto se considerará, además de la rehabilitación energética antes comentada, la instalación de ascensores a los cerca de 100 portales de este barrio que actualmente carecen de él.
Para llevarlo a cabo, i-INGENIA y FHIMASA, colaborando con Eraikune (Cluster de la Construcción), están creando un consorcio de empresas multidisciplinar, el cual estará liderado por la ingeniería que, como agente externo, velará por que los objetivos se cumplan y los intereses de los propietarios no se vean afectados por los de las empresas que actúan sobre los edificios.
Fuente: Deia
