En un contexto de alta incertidumbre, desde Eraikune hemos continuado acompañando a nuestros socios ante el reto de transformar la industria de la construcción en un referente en materia de desarrollo económico, social y medioambiental.
La situación derivada de la pandemia, el repunte de los precios, en incremento de la inflación y el más que previsible incremento en los tipos de interés hacen que la labor de Eraikune en la promoción de la competitividad de nuestro tejido industrial sea aún más relevante. Así lo muestran además nuestras principales cifras:
Durante el año 2021, Eraikune ha contribuido en la puesta en marcha de proyectos por valor de 36 millones de euros en la que se movilizaron 150 empresas, un 28% más respecto del 2020. Además, se apalancaron 8% más de recursos públicos competitivos respecto al 2020.
En términos generales, Eraikune ejecutó un presupuesto total de 986.000 euros, un 21% más respecto 2020; de los que 832.000 euros estuvieron vinculados al acompañamiento a nuestros socios en el desarrollo de proyectos, lo que ha supuesto un incremento del 26% respecto al ejercicio anterior. La colaboración entre agentes públicos y privados que componen el ecosistema de la construcción y la innovación tecnológica están en la base de los grandes proyectos estratégicos puestos en en marcha.
La llegada de los fondos europeos Next Generation va a suponer una oportunidad histórica para rehabilitar un parque de viviendas que requiere de una intervención integral. Actualmente, la cuarta parte de la población vasca reside en entornos urbanos que necesitan ser rehabilitados y, asimismo, más del 60% de las viviendas del territorio tienen ya más de 40 años. La antigüedad del parque residencial es un dato que evidencia la necesidad de acometer la rehabilitación energética de los edificios.
Todo ello deja ver un panorama incuestionable para las próximas décadas, donde la mejora energética de las viviendas va a ser absolutamente estratégica para la industria de la construcción y para el conjunto de la economía vasca y europea.
Superar todos estos retos en materia de rehabilitación, una vez más, evidencia la necesidad de impulsar la digitalización para favorecer la industrialización y la automatización de los procesos constructivos, como soluciones a los principales desafíos de un sector que asume riesgos, pero en los que los márgenes tienden a ser relativamente bajos. Desde Eraikune revindicamos la necesidad de avanzar en el camino de la tendencia universal basada en la descarbonización y la digitalización.
Como reto para 2022, nos centraremos en aquellos ámbitos que mejoren la competitividad de la industria de la construcción y el desarrollo socioeconómico de Euskadi, consolidándonos como territorio avanzado, sostenible e inclusivo.
