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Estrategia Empresarial entrevista al Presidente de Eraikune, Alberto Marín

Según el Presidente de Eraikune, Alberto Marín, “la construcción es el terreno de juego de muchos sectores”.

El pasado 18 de mayo, el Clúster de la Construcción de Euskadi, Eraikune, celebró en la sede de la ingeniería Idom su Asamblea General; una agrupación que representa al 45% del sector vasco, con 78 empresas socias que facturan más de 2.000 millones de euros al año (el 30% en el exterior) en la cadena de valor completa, y que se plantea la rehabilitación y la regeneración urbana inteligentes y sostenibles, y la construcción 4.0, como ejes centrales del sector para los próximos años.

Además, el presidente de Eraikune, Alberto Marín, reivindica el protagonismo de la construcción en la economía vasca y su reconocimiento como sector tractor de otros sectores.

¿Cómo está evolucionando la construcción en Euskadi, ahora que parece que se recupera de la crisis?

Aunque durante 2017 se registró un incremento del negocio en torno al 3%, todavía no han desaparecido las consecuencias derivadas de una crisis bancaria brutal que originó la falta de crédito para comprar viviendas. Además, el sector no había sabido gestionar bien la edificación, combinar las necesidades reales con el ritmo de construcción. Se edificó y vendió mucho más de la cuenta…

La rehabilitación es uno de los subsectores que han sostenido la actividad del sector en los últimos años… Sí. Por un lado, sin financiación para comprar vivienda se ha tendido a la rehabilitación.

Además, hay que tener en cuenta que tenemos en Euskadi un parque de viviendas muy antiguo: el 70% se ha edificado antes de 1980. Por eso tenemos el gran reto de afrontar una rehabilitación inteligente, comprometida y sostenible. La obra civil, por el contrario, cayó un 10% en 2017. Pero creemos que la tendencia al alza continuará en el sector en los próximos años, gracias a la edificación de viviendas, que empieza a reactivarse, a la rehabilitación de inmuebles y, también, al repunte de la obra civil. En este caso, aunque la inversión pública todavía se encuentra condicionada por un largo periodo de contracción presupuestaria, las expectativas son buenas, porque están en marcha la Y vasca, el soterramiento de las estaciones en las tres capitales, la ampliación del Puerto de Bilbao, la variante Sur Ferroviaria…

¿Qué papel tiene el Clúster en este escenario?

Eraikune es un buen ejemplo de eslabón, de nexo de unión entre las necesidades de la Administración y las de las empresas. La misión del Clúster es ayudar a impulsar la competitividad de las empresas de la industria de la construcción a través de la capacitación, la innovación y la internacionalización, en toda la cadena de valor, y también la de canalizar las necesidades del sector ante las administraciones, para conjugar unas y otras. Es fundamental promover la colaboración entre las instituciones públicas y las empresas para abordar las obras de infraestructura estratégicas en Euskadi y en el resto del Estado. ¿Cuáles son las principales necesidades del sector? Por ejemplo, debemos ganar en certidumbre en lo que se refiere a plazos y costes; es algo que ha impedido a la construcción ganar competitividad.

Por otro lado, ahora que empieza a cambiar el ciclo, una de las preocupaciones es la gestión eficaz del talento y responder a la demanda de personal cualificado. Actualmente existen dificultades a la hora de encontrar especialistas.

Y también queremos reivindicar el protagonismo y la importancia que la industria de la construcción tiene como uno de los motores económicos del país. En Euskadi tenemos edificios singulares, carreteras y autovías, espacios regenerados urbanísticamente… porque aquí hay proyectistas, excavadores, productores de materiales, constructores…, y queremos que se reconozca la aportación del sector a lo que hoy es Euskadi. Somos el terreno de juego de muchos sectores, un ámbito tractor para ellos.

¿Hacia dónde debe mirar la construcción para consolidar su recuperación?

Además de esforzarnos en la búsqueda del talento y de la especialización del personal, y en el aumento de la competitividad, tenemos que considerar la rehabilitación y la regeneración urbana como modelo de crecimiento sostenible de nuestras ciudades. Debemos trabajar, asimismo, en el desarrollo de la construcción 4.0 –la digitalización de la construcción–, en la que ya están implicadas muchas empresas; incorporar innovaciones tecnologías para desarrollar una construcción y unos materiales más inteligentes y sostenibles; reducir las emisiones de CO2… En fin, en un compromiso firme con la economía sostenible. La construcción ha llegado a suponer casi el 10% del PIB vasco. Actualmente no llega al 6% y es importante recuperar esa posición. Cierto es que el sector ha tenido una imagen muy dañada, por lo que todos sabemos, y quizás no hemos sabido bien transmitir la realidad a la sociedad. Por eso queremos que se conozca toda la cadena de valor de la construcción universidades, centros de investigación, administraciones, empresas….) y que se reconozca su aportación.

Fuente: Estrategia Empresarial