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La construcción vasca: valor estratégico para nuestra economía

La industria de la Construcción de Euskadi ha avanzado de forma muy significativa en último año, con fuerte crecimiento orgánico y la incorporación de 28 nuevos asociados, que han situado la representación del negocio del sector en el 50%.

Eraikune expuso sus principales datos el pasado viernes ante representantes de las 135 empresas socias durante la celebración de su decimotercera Asamblea General, demostrando una vez más que la relevancia que tiene nuestra industria en la economía del país. El Aquarium de Donostia-San Sebastián fue el lugar elegido para celebrar la XIII. Asamblea General de Eraikune. Clara Camprovín, secretaria de Eraikune, se encargó de dinamizar el evento acompañada por el presidente del clúster, Alberto Marín, su director general Jon Ansoleaga y el tesorero, Joseba Cedrun.

La asamblea sirvió para presentar las cuentas anuales 2021, dar a conocer y aprobar el plan de acción 2022 y así como los presupuestos de 2022.

La bienvenida institucional estuvo a cargo de Jon Gurrutxaga Mongelos, director de Innovación e Internacionalización de la Diputación Foral de Gipuzkoa que destacó la importancia de nuestra industria vasca de la construcción tanto para Gipuzkoa como para el conjunto de nuestro territorio, mostrando su ofrecimiento de apoyo institucional y colaboración. Alberto Marín, presidente de Eraikune, abrió la reunión que tuvo lugar el viernes por la mañana, dando la bienvenida a los asistentes.

Marín hizo hincapié en que la “tarea más inmediata” de la construcción vasca es “continuar reactivando la industria de la construcción” y hacerlo a través de tres grandes ejes: “la digitalización del tejido productivo, la transición energético-climática y la atracción del capital humano”. En palabras de Marín, “la construcción tiene una gran capacidad para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, mediante la reducción de impactos en su actuación proveyéndonos de un entorno habitable, eficiente y seguro a las personas”. En ese sentido, apuntó que “la construcción vasca tiene la responsabilidad de dar el salto y liderar la trasformación medioambiental en nuestro territorio”. Igualmente, Marín puso en relieve la necesidad de atraer talento humano: “La construcción vasca necesita captar nuevos puestos de trabajo para poder afrontar la expectativa de obras que los fondos europeos pueden alumbrar”.

Digitalización, el gran reto de la construcción

La transformación digital está hoy en día presente en mayor o menor medida en todas las industrias y sectores productivos. A este respecto, Marín matizo que la necesidad de integrar procesos y tecnologías digitales en la cadena de valor de la industria de la construcción, “porque son elementos esenciales para alcanzar objetivos de optimización y calidad del activo construidos”.

Por último, Marín insistió en seguir con la senda de las colaboraciones público-privadas. “Sabemos que predecir lo que va a pasar es difícil, y más cuando hablamos de futuro, pero lo que está claro es que la industria de la construcción es un valor estratégico para nuestra economía y, en consecuencia, un valor de país”.