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La construcción reivindica su impacto en la economía

La industria de la construcción juega un papel clave en la recuperación y el crecimiento de Euskadi por su relevancia económica y social. En concreto, la construcción vasca genera más de 115.000 puestos de trabajo que, junto con su relación con el resto de la economía, equivale al 10,7% del PIB total del territorio y el 12% del empleo.

Alberto Marín, presidente de Eraikune, Clúster de la Industria de la Construcción de Euskadi; Alex Bidetxea, el presidente Ascobi-Bieba, Asociación empresarial independiente de constructores y promotores inmobiliarios de Bizkaia, y Julián Nuñez, el presidente de Seopan, Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, revindicaron el pasado viernes el papel del sector como tractor de economía en la jornada realizada por DEIA para conmemorar el 20 aniversario de la sociedad pública INTERBIAK. Los representantes del sector de la construcción participaron en una mesa redonda sobre el impacto de la inversión pública en infraestructura moderada por Enrique Gómez Cristóbal, director del departamento de Consultoría y Nuevas Tecnologías de Sener.

“La construcción es una de las industrias de Euskadi que genera más efecto multiplicador en la economía, debido a su efecto de arrastre y tractor del resto de sectores”. Alberto Marín

Los tres convinieron en destacar el papel “estratégico” que juega la construcción en la economía y reclamaron la necesidad de visibilizar y poner en valor esos datos socioeconómicos. “Se trata de una de las industrias de Euskadi que genera más efecto multiplicador en la economía, debido a su efecto de arrastre y tractor del resto de sectores” explicó Alberto Marín. Asimismo, Alex Bidetxea recalco la necesidad de poner la industria “donde se merece”: “Es un sector estratégico que crea valor a la sociedad”.

Mientras tanto, todo apunta a que el país encarará la recuperación económica apoyada en la construcción, uno de los motores de crecimiento tradicional de nuestra economía. “Más del 90% de la inversión pública retorna a nuestro territorio. Estas cifras son superiores, si las empresas locales acometen esas estructuras” puntualizo Bidetxea. Por su parte, no sin antes reclamar con rotundidad una mayor inversión pública, Julián Nuñez nos ofreció unas cifras claves en términos estatales, y es que la inversión de 31.000 millones en aeropuertos en los últimos 40 años ha supuesto de pasar de unos 85 millones de turistas en 1978 a los 28.000 millones actuales.

“Siendo un sector con alto impacto medioambiental, debemos de convertirnos el verdadero motor de trasformación medioambiental de Euskadi. Es un reto que tenemos que liderar desde la construcción”. A. Marín, presidente de Eraikune

“La infraestructura no es un fin en sí mismo, sino una palanca que nos permite a cumplir con los objetivos que tiene la industria por delante. Cuando hablamos de hidrogeno, hay que hablar de infraestructuras, cuando tratamos de digitalización, de nuevo hablamos de infraestructuras, cuando discutimos acerca de la estrategia de economía circular, volvemos a referirnos a las infraestructuras. Lamentablemente, por lo general, desde nuestra óptica, el componente de infraestructura pasa desapercibida. Y realmente, es una palanca tan necesaria como imprescindible”.

Talento y capital humano

“Necesitamos capital humano en la construcción. Y, además, necesitamos todo tipo de personas. Tenemos el deber de hacer más atractiva la industria de la construcción”. Así dibuja el presidente de la Eraikune, su visión sobre un sector que, asegura, necesita captar nuevos puestos de trabajo, sobre todo de jóvenes, en los próximos meses para poder afrontar el aluvión de obras que se tienen que poner en marcha con fondos europeos. Bidetxea recordó que “solo el 9% de las plantillas en construcción” tienen menos de 30 años en el sector: “Tenemos que trasladar que el sector es ahora más limpio, más seguro, está más industrializado”.

“Motor de la transformación medioambiental de Euskadi”

Junto a la transformación digital, el reto de la sostenibilidad es ya una realidad en la industria de la construcción. El presidente de Eraikune aseveró que la construcción debe abanderar el cambio hacia el desarrollo sostenible, tanto por todas las personas que emplea, como por su impacto medioambiental. “Somos un sector que prácticamente generamos entre un 25-40% de emisiones de carbono a nivel global. Siendo un sector con alto impacto medioambiental, debemos de convertirnos el verdadero motor de transformación medioambiental de Euskadi. Es un reto que tenemos que liderar desde la construcción” subrayó Marin.