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Las ciudades del futuro según Foster

El crecimiento desigual de las ciudades es según la opinión de Foster, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los países. De ahí que, según datos aportados, el 75% de la población mundial vivirá en grandes ciudades de aquí al año 2050. “Vivimos en un planeta cada vez más conectado -digital y físicamente- y la sociedad está migrando de las zonas rurales a las urbanas a un nivel sin precedentes. Estos son cambios que nos afectan a todos, aunque parezca que ocurren en la otra punta del planeta”, ha reconocido, tras mostrar que en algunas ciudades, como Dakar o Lagos, hay una persona nueva cada 30 segundos, ya sea por nacimiento o por desplazamiento.

El arquitecto británico apuesta por la arquitectura verde, señalando el consumo energético y la contaminación como dos de las cuestiones que requieren innovación: “El coche, tal como lo conocemos, posiblemente se extinga en la vida del día a día. Pero, ¿cómo afectará a las ciudades y a sus formas? Esto era ciencia ficción cuando era joven y ahora estamos al borde de esa realidad. Estos son algunos ejemplos de cómo estamos viviendo cambios que antes estaban en el horizonte”. El futuro y el cambio, por lo tanto, depende del trabajo conjunto entre diferentes disciplinas. “La buena noticia es que las ciudades generarán la riqueza suficiente como para desarrollarse”.

Su reducción tendría, en consecuencia, una repercusión positiva en el cambio climático. “El cambio climático es un problema que tenemos que resolver para proteger a las comunidades”, ha explicado Maya Lin, arquitecta y fundadora del Estudio Maya Lin. “El lugar perfecto para desarrollar la agricultura es la ciudad, que es el sitio donde hay agua”, ha añadido Foster, para quien éstas podrían ser más sostenibles si se apuestan por estas iniciativas.

Sin embargo, el principal problema, ha comentado Michale Bloomberg, fundador de la empresa de servicios financieros Bloomberg LP, es explicar a la gente que tiene que interesarse por estas cuestiones. “Cada cambio es un problema que las personas no entienden porque es algo para lo que, a día de hoy, no tenemos una respuesta clara. Es complicado decirles lo que tienen que hacer o qué es lo que va a pasar”. Evitar esa desintegración, no construir muros y favorecer el diálogo son los objetivos a conseguir. “Las ciudades son el futuro. Hay que ser optimistas”, ha añadido Foster, poniendo a Medellín como un buen ejemplo por las intervenciones en espacios públicos por parte de artistas y agentes culturales.

FUENTE: EL MUNDO