El edificio de 1925 situado en Gran Vía 16, presentaba patologías graves en los elementos de hormigón de la fachada, así como grandes deterioros debido a la oxidación y humedades de condesación, tal y como suele ser habitual en la mayoría de edificios cercanos al mar.
El edificio requería una rehabilitación en profundidad de los hormigones, herrería y morteros de fachada, así como la rehabilitación siguiendo los criterios energéticos para dar solución a las condensaciones.
Tras la restauración de KURSAAL del edificio con el Sistema de Aislamiento Térmico Exterior, se ha interrumpido el deterioro progresivo del hormigón, al quedar éste recubierto por el aislamiento térmico. Además, se solucionan los problemas de puentes térmicos y humedades de condensación existentes en el edificio.
Se le da importancia a no lterar el aspecto original del inmueble y mantener su identidad. Por ello, se escogen acabados adaptados a la estética original del edificio y se realizan reproducciones de molduras, impostas y relieves. Para garantizar la continuidad del aislamiento en las molduras y evitar posibles puentes térmicos, se han elaborado artesanalmente réplicas de las molduras originales de aislamiento térmico in situ. Seguir el contorno curvo de los miradores supuso un reto para KURSAAL y una labor minuciosa de rehabilitación.
Fuente: KURSAAL.
