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América Latina crecerá en 2017

El 2017 será mejor que el 2016, que no empezó bien para América Latina como consecuencia de la desaceleración en China y de la anémica recuperación de las economías avanzadas. Los temores de un mayor deterioro del gigante asiático impactaron en los mercados financieros y provocaron fuertes caídas en el precio de las materias primas y en los activos de los mercados emergentes. Y aunque las preocupaciones sobre China se disiparon algo a lo largo del año, los flujos de capital siguieron desplazándose de los mercados emergentes a destinos más seguros.

El Brexit a mediados de año y el triunfo de Trump también contribuyeron a generar un clima de incertidumbre económica, elevando la volatilidad en los mercados. Y como no podía ser de otra manera en una economía globalizada, Latinoamérica vio como el financiamiento externo se limitaba, encarecía y dificultaba, y las monedas se debilitaban, reduciendo así el margen de maniobra de los bancos centrales y la capacidad de financiar las cuentas externas y fiscales.

Este contexto, además de evidenciar la fuerte dependencia de Latinoamérica a los vientos económicos internacionales, contribuyó a que el PIB regional se contrajera por segundo año consecutivo (alrededor del 1%), por debajo de cualquier otra región emergente.